Hace muchos siglos, la provincia de Ávila estuvo habitada por dos de las culturas más importantes de la historia prerromana, los celtas y vettones. Estos dejaron una marca imborrable en la provincia que hoy en día es todo un espectáculo para el visitante. Lo que aún queda de ellos está envuelto en un halo mágico, donde la historia y el misterio se funden.
Existen muchos yacimientos visitables para vivir esto en primera persona. Por ejemplo, el Castro de Ulaca, situado en Solosancho, a pocos kilómetros de la capital, recibe cada año miles de visitantes. Además, en los meses de verano se celebra la fiesta de la Luna Celta, que promete sumergir a los que allí se acerquen en todo el ambiente místico que solo un lugar así puede ofrecer.
Además, las esculturas de los verracos, sin duda uno de los símbolos de Ávila, están presentes en muchos rincones de la provincia. Sin piezas que representan animales como toros y cerdos, como un reflejo de lo importante que era la naturaleza para esas culturas. Una manera muy interesante de conocer uno de los lados menos populares que guardamos para ti.